Por J. Christopher McGinnis, Ph.D., BCBA-D Director, Behavioral Health Clinic (Clínica de Salud Contactual) Ciudad Boys South Florida
Dormir bien es una de esas cosas que tendemos a dar por sentado. Cuando dormimos bien, no pensamos demasiado en eso. Cuando no dormimos bien, la mayoría de nosotros se queja de ello pero o no atiende el problema o no sabe cómo abordarlo. Esperamos que esta noche sea mejor. Si dormir es importante para nosotros, mucho más lo es para nuestros niños. Un buen dormir hace la vida más fácil. El día es mejor. Aprender es más fácil. Hacer pruebas es más fácil. Es más fácil hacer amigos y mantenerlos. Y aun así hay muchas pruebas de que nuestros niños no están durmiendo bien. Según las encuestas, más de dos tercios de los padres están preocupados por el sueño de sus hijos; y alrededor de la mitad de ese grupo informa problemas para dormir al menos tres noches por semana antes de que su hijo cumpla los cuatro años. También sabemos que una amplia mayoría de adolescentes tienen privación del sueño de manera crónica, duermen alrededor de dos horas menos por noche que las que realmente necesitan. Lo más común es culpar a las exigencias académicas y sociales.
Bueno, ¿y qué? A continuación explicamos por qué es importante dormir bien: Los estudios muestran que dormir mal causa problemas con el comportamiento, las emociones, el aprendizaje, la memoria y el funcionamiento familiar. Incluso causa aumento de peso y sus síntomas son similares a los del ADHD (trastorno por déficit de atención e hiperactividad). ¿Qué hacemos al respecto? Vemos un sueño poco saludable por muchos motivos, entre ellos:
• “¡No tenía idea de que necesitara dormir tanto!" Como nuestra cultura no prioriza el sueño saludable, no se conocen bien las normas con respecto a cuánto necesitan dormir los niños a distintas edades. Su niño de 3 años necesita unas 12 horas de sueño (incluidos unos 90 minutos de siesta), su niño de 5 años necesita unas 11 horas, su niño de 9 años necesita unas 10 horas y su niño de 14 necesita unas 9 horas.
• “¡Llegamos a casa tan tarde que no nos alcanzan las horas del día!” Si usted dice eso, su familia tiene demasiadas actividades y habrá que suspender algunas cosas. Si bien son importantes, los deportes, el
karate, las danzas, los niños exploradores y la práctica de coro por la noche existen porque nuestra sociedad no prioriza dormir y porque quienes planifican esas actividades no entienden cuántas horas de sueño requieren nuestros niños. Afortunadamente, a medida que los niños crecen necesitan dormir menos y tienen una ventana más amplia para realizar esas actividades. Y no olviden también apartar algo de tiempo por día para simplemente ser una familia.
• “¡La hora de irse a la cama es un fastidio!” El tratamiento conductual para cuando el niño no quiere irse a dormir tiene un índice de éxito sumamente elevado con una mayor efectividad cuanto más pequeño es el niño. Habitualmente vemos el éxito en solo unas pocas noches. Si su hijo tiene miedo a la oscuridad, tratamos eso primero y eso típicamente lleva una o dos noches.
• “Se queja de que no puede desconectar la mente por la noche.” Este es un problema para dormirse con muchas causas que incluyen quedarse hasta demasiado tarde frente a una pantalla (p. ej. con mensajes de texto), consumo de cafeína y hacer ejercicio tarde o los baños o las duchas calientes demasiado cerca del horario de irse a la cama. La modificación de algunos factores del estilo de vida y enseñar estrategias de relajación típicamente resuelve este problema.
• “Duerme lo suficiente pero sigue estando letárgico durante el día.” Si su hijo está durmiendo lo suficiente, esta queja puede requerir un examen físico completo con análisis de laboratorio y tal vez un estudio de sueño durante la noche para observar si su sueño es reparador. Por supuesto, eso podría deberse a las tres horas que se pasa con los video juegos por la noche sobre las que no le ha contado nada.
El sueño saludable es tan importante que resolver los problemas para dormir es una de nuestras intervenciones de primera línea. Con frecuencia nos parece que nadie duerme lo suficiente, y como nuestra sociedad no valora el sueño ni piensa en el sueño como un factor que contribuye a los problemas de la infancia, tendemos a buscar otras explicaciones y soluciones, lo que nos desvía del culpable real. A mí me gusta que las cosas sean simples. Cuando nos enfrentamos a un problema complejo, debemos simplificar. Lo fundamental primero. El sueño saludable es una de esas cuestiones fundamentales. Si usted o su hijo tienen dificultades en la vida, vayan allí primero. Y si no pueden controlarlo, busquen ayuda. Está disponible.
El Dr. Christopher McGinnis es el director de Boys Town South Florida’s Behavioral Health Clinic (Clínica de Salud Conductual de Boys Town en South Florida) en West Palm Beach, Florida. Es psicólogo licenciado, Analista Conductual certificate por Junta, y miembro fundador de la Society of Behavioral Sleep Medicine (Sociedad de Medicina Conductual del Sueño). Puede escribirle a chris.mcginnis@boystown.org.