Por Lourdes Zarro, LZ Coaching Group
Tener un hijo con una discapacidad puede cambiar las expectativas típicas que una familia tiene. Cuando nace un niño, los padres esperan ver el crecimiento y desarrollo, así como las interacciones sociales anticipadas. Hacer planes se vuelve más complejo a medida que el niño con una discapacidad crece. Muchas familias luchan con las limitadas oportunidades disponibles para ellos.
Quedarse con poco o ningún tiempo para divertirse después de un día de ir de terapia en terapia puede ser agotador. Surge la pregunta: “¿Cómo puedo unirme más a mi hijo?” Una excelente manera de hacerlo es a través de aventuras al aire libre que se centren en el agua. El agua calma la mente y alivia el alma.
En su libro, Play: How it Shapes the Brain, Opens the Imagination and Invigorates the Soul, [Juegar: Cómo Moldea el Cerebro, Abrir la Imaginación y Vigorizar el Alma], el Dr. Stuart Brown escribe acerca de neuroquímicas asociadas que pueden calmar nuestras mentes hiperactivas al tiempo que activan nuestros sentidos. Este proceso puede ayudarnos a acceder a un estado que permite que nuestro cerebro se recupere, lo que puede conducir a una mejora del rendimiento cognitivo, la creatividad y la capacidad de resolución de problemas.
Estar dentro y alrededor del agua puede permitir a las familias liberar el estrés, recuperar la esperanza y encontrar inspiración. Una de mis actividades favoritas de unión familiar es nadar con delfines. Durante una natación en familia con los delfines, los padres se alegran al descubrir las nuevas habilidades de sus hijos.
He visto de primera mano cómo los niños liberan el estrés y superan los miedos cuando están en el agua. Jugar y nadar son formas excelentes de liberar endorfinas. Combine eso con el mar y ¡VOILA! Tienes una sensación de tranquilidad y positividad. El agua no solo es calmante y buena para la salud mental, sino que también fortalece las áreas de la motricidad fina y la motricidad gruesa mientras uno juega y se mueve. Durante una aventura marina al aire libre, las familias aprenden a resolver problemas y a comunicarse mejor como equipo. Qué mejor manera de crear lazos que explorar juntos el gran océano.
A menudo, nos enfocamos en mejorar lo académico, pero estar dentro y alrededor del agua también promueve la creatividad y la exploración. El Dr. Andrew Huberman, profesor de Neurociencia en La Universidad de Stanford, comparte que cuando nos concentramos en nuestro teléfono o computadora portátil, nuestros cuerpos liberan una pequeña cantidad de norepinefrina, también conocida como adrenalina, que causa una mayor vigilancia o un poco de estrés. Hoy en día, los niños están constantemente utilizando sus teléfonos o computadoras portátiles. Esto puede provocar un estado de vigilancia continuo generando cierta ansiedad.
El doctor comparte que cuando estamos al aire libre y nos enfocamos en una vista panorámica, esto desencadena esa vigilancia de la atención y tiene un ligero efecto de calmar el sistema nervioso. Un dato interesante que comparte es que la claustrofobia es no tener miedo a los espacios pequeños. La razón por la que muchos se sienten ansiosos en estas situaciones es porque estar en espacios pequeños no les permite ver lo que está adelante o alrededor de su entorno.
Cuando nos paramos frente al océano y vemos el horizonte, no estamos simplemente disfrutando de la vista. Según el Dr. Huberman, nuestro cuerpo en realidad está liberando dopamina, que es una molécula de recompensa en el cerebro que se secreta en respuesta a las cosas que están más allá del alcance de nuestro cuerpo físico. ¡Observar la gran extensión que llamamos océano puede ayudarnos a sentirnos inspirados y empoderados!
Estar dentro y alrededor del agua es beneficioso para todos nosotros. Qué bueno que el océano cubre más del 70% de nuestro planeta.
La próxima vez que tengas una hora o dos, dirígete a la playa y disfruta de la obra maestra de la naturaleza.
Lourdes Zarro es la presidenta de LZ Coaching Group, una empresa que trabaja con personas y familias para inspirarlos y empoderarlos a través del Coaching de Transformación.
Como Coach de Vida Certificada y Consultora Educativa, disfruta del proceso colaborativo de coaching y las soluciones creativas que se generan en este poderoso trabajo. En este campo durante más de treinta años, le apasiona capacitar a los demás para que amplíen su sentido de sí mismos, la compasión y la conciencia, para que puedan prosperar en las relaciones, el trabajo y en la salud.